Ministra de Ciencia, Yesenia Olaya, lidera un nuevo camino para la hoja de coca: conocimiento, paz y desarrollo

En su intervención inaugural, la ministra destacó el papel central del conocimiento en la búsqueda de justicia social y sostenibilidad territorial. 
 

“La hoja de coca es más que una planta. Es un puente entre tradición e innovación, una oportunidad para rediseñar nuestro modelo de desarrollo con justicia ambiental y económica”, afirmó la ministra, encendiendo los ánimos de los asistentes.
 

El evento contó con la presencia de figuras clave, como el ministro de Relaciones Exteriores, Luis Gilberto Murillo, quien enfatizó en la necesidad de “reconocer el vínculo cultural y espiritual de los pueblos indígenas, afros y campesinos con la hoja de coca”. 
 

El canciller resaltó la iniciativa de Colombia, liderada por el presidente Gustavo Petro, que junto a Bolivia propuso ante la ONU reevaluar la clasificación de la hoja de coca, con el objetivo de desmontar el imaginario que la equipara con la cocaína.
 

La ministra de Justicia, Ángela María Buitrago —que también participó del acto inaugural— no dejó dudas sobre su postura: el enfoque prohibicionista ha demostrado su ineficacia. Destacó la necesidad de impulsar los usos legales de la hoja de coca en sectores como alimentos, biocombustibles y productos farmacéuticos, que promuevan las economías sostenibles y respeten los derechos de las comunidades. “Es hora de valorar sus usos lícitos”, afirmó.
 

Edward Vargas, director regional del Servicio Nacional de Aprendizaje (SENA) en Cauca, presentó iniciativas que ya están impactando positivamente a las comunidades de su región, impulsando emprendimientos basados en la hoja de coca. “Esta planta sagrada debe dejar de ser un estigma para convertirse en un motor de desarrollo”, enfatizó.

 

El primer día también contó con paneles que marcaron la pauta para el futuro. Desde el análisis del marco normativo, hasta la bioprospección, cada discusión subrayó la importancia de la hoja de coca como recurso científico y económico. Se presentaron productos innovadores como alimentos y cosméticos derivados de la planta, que muestran el alcance de sus aplicaciones en la industria.

La jornada cerró con un llamado colectivo a seguir explorando estas posibilidades con responsabilidad y respeto por las comunidades.
 

El segundo día continuará con paneles sobre desestigmatización y usos lícitos, así como la presentación de casos de éxito que demuestran cómo la ciencia puede transformar vidas y territorios. Una vez más, la hoja de coca será el centro de un diálogo que busca construir un futuro de paz y desarrollo inclusivo.
 

Con este evento, el Gobierno de Colombia reafirma su compromiso de liderar un cambio paradigmático en la relación con la hoja de coca, donde la ciencia esté al servicio de la transformación social.