Nuevos hallazgos para la Ciencia presenta Expedición BIO Alto Río Igara – Paraná, en el Amazonas
Fecha:
13/10/2023 - 3:22pm
● El Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación y el Instituto SINCHI presentaron los resultados sobre nuevas especies y registros logrados en la expedición científica de la selva amazónica.
● Más de 4.000 ejemplares recolectados y 100 nuevos registros de ocho grupos de fauna y flora investigados, son socializados con las comunidades del resguardo indígena más importante de Colombia.
● En la expedición participaron 15 investigadores del Instituto SINCHI, y 30 coinvestigadores locales de las comunidades indígenas.
La Chorrera, Amazonas, 12 de octubre de 2023 (MinCiencias).
La ciencia e investigación presentaron nuevos descubrimientos de la riqueza biodiversa del corazón de la Amazonia Colombiana, hallazgos que registran la identificación de nuevas especies en flora y fauna nativa de la región de La Chorrera, Amazonas.
El Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación en alianza con el Instituto Amazónico de Investigaciones Científicas Sinchi, anunciaron los resultados de la Expedición BIO Alto Río Igara – Paraná, una de las tres expediciones que se lideran desde el Gobierno del Cambio, y que hoy permite aportar avances al inventario de la biodiversidad del país a partir de las colecciones biológicas; y generar puentes entre el conocimiento científico y los conocimientos tradicionales de los pueblos Okaina, Bora, Muinane y Huitoto.
La Expedición científica que tuvo una financiación por parte de MinCiencias de más de 387 mil millones de pesos, contó con una activa participación de la comunidad para fortalecer el conocimiento y las interacciones de las comunidades locales con la biodiversidad, mediante la capacitación en inventarios, uso y conservación; un ejercicio relevante para impulsar el diálogo de saberes.
Al respecto, la jefe de cartera de MinCiencias, Yesenia Olaya Requene, celebró este hecho: “para el Gobierno del Cambio, la protección, revitalización y el conocimiento de la Amazonía colombiana es una prioridad. Por eso hoy nos encontramos aquí socializando los resultados de esta expedición que permitió caracterizar la biodiversidad de la Chorrera con la participación activa de las comunidades locales”.
De igual forma recordó: “Las expediciones científicas permiten generar conocimiento sobre territorios que presentan vacíos de información sobre su biodiversidad. En este sentido, los procesos de investigación y co-creación con las comunidades son fundamentales para identificar propuestas sobre nuevas formas de aprovechar sosteniblemente la fauna y flora”.
Tras cerca de nueve meses de trabajo desde su lanzamiento el pasado 27 de enero del año en curso, el Ministerio e Instituto regresaron al corregimiento de La Chorrera para socializar las cifras alcanzadas y los hitos por la gran diversidad encontrada, las buenas condiciones de conservación, el registro de posibles especies no descritas, y la ampliación de la distribución geográfica para la Amazonia colombiana de especies identificadas.
Por su parte la Directora del SINCHI, Luz Marina Mantilla Cárdenas, indicó: “hemos organizado un equipo de trabajo entre las comunidades y el Instituto SINCHI para lograr acoplar el sistema de saberes entre indígenas y científicos, que muestre que es posible sumar estos dos sistemas de conocimiento con respeto y horizontalidad”.
“Con esta expedición, que nos permite conocer la oferta de biodiversidad de diferentes grupos taxonómicos, le apostamos a un trabajo con enfoque en especies útiles pues creemos que aquí hay una oportunidad distinta para las comunidades, con las que debemos diseñar rutas basadas en la ciencia y el conocimiento para garantizar su sostenibilidad en el territorio”, agregó Cárdenas.
¿Cuáles son los nuevos hallazgos?
Un total de 2.817 registros botánicos (plantas), 12 especies migratorias (aves), 4 posibles especies de anfibios no reportadas, 13.662 organismos de macroinvertebrados del suelo y otros 4291 macroinvertebrados acuáticos, son algunas de las cifras que destacan en el informe entregado al país.
El informe también incluye 56 especies entre grandes y pequeños mamíferos, junto a 94 morfoespecies de algas.
También se registra como un logro de la expedición, que se investigó ocho grupos biológicos: herpetofauna, aves, mamíferos voladores, mastozoofauna, peces, macroinvertebrados acuáticos, lepidópteros y flora.
Pero ¿qué quieren decir estos registros?
Según lo informado por los investigadores, para cada grupo biológico existen especificaciones sobre el hallazgo. Por ejemplo, en el caso de los mamíferos pequeños, el registro de un roedor del género Neacomys sp. Resalta, pues su ejemplar no coincide con las especies reportadas para Colombia y se postula como una especie no reportada para Colombia.
En contraste, para el grupo Perifitón, se resalta la existencia de una matriz mucilaginosa de 2 a 50 cm de longitud aproximadamente en los lagos, una característica única evidenciada en la Amazonia colombiana y que, por ahora, en consulta con expertos no se tiene certeza de lo que es, qué organismos la producen y cuál sería su función ecológica.
Este caso o el de la destacada presencia de bandadas mixtas de aves de entre 7 y 12 especies, que migran desde el hemisferio norte (migratorias boreales) a regiones de la Amazonia para su temporada invernal, son parte de las herramientas con las que la ciencia contribuye a la línea base para la generación de planes de manejo para la conservación, así como a la identificación de estrategias enfocadas en bioeconomía.
Estos resultados cubren vacíos de información en flora y fauna nativa de la región de La Chorrera y fortalecen las colecciones biológicas con registros debidamente curados, preservados, catalogados y publicados en el Sistema de Información sobre Biodiversidad de Colombia – SIB, fundamentales para los ejercicios de apropiación social del conocimiento.
¿Por qué es importante conocer la riqueza que guarda la Amazonía?
Con la preservación y revitalización de la selva amazónica como uno de los principales objetivos trazados por el Gobierno del presidente Gustavo Petro de cara a la lucha contra el cambio climático, esta expedición se consolidó como una iniciativa hecha realidad para fomentar la apropiación social del conocimiento por parte de las comunidades y la identificación de alternativas productivas y sostenibles de la biodiversidad que contribuyan al desarrollo territorial.
Bosques de tierra firme, bosques inundables, ríos, caños y lagunas en los alrededores de las comunidades de San Antonio, Santa Rosa y una localidad hacia las cabeceras del río Igara - Paraná denominada Puerto Príncipe, fueron los escenarios en donde 45 investigadores (15 del Instituto SINCHI, y 30 coinvestigadores locales de las comunidades indígenas) realizaron el trabajo de campo que completó 20 días y cumplió con el objetivo de recolectar especímenes para obtener información de primera mano y material de referencia de la diversidad que existe en esta zona del país.
Con el apoyo de la Asociación Zonal Indígena de Cabildos y Autoridades de La Chorrera (AZICATCH), la expedición y su respectiva socialización de resultados, dieron muestra del trabajo que desde la ciencia, el gobierno nacional y las comunidades indígenas, es posible hacer para la generación de nuevo conocimiento sobre las riquezas que alberga el segundo país más biodiverso del mundo.
Más resultados identificados
Los resultados encontrados en la Expedición corroboran el buen estado de conservación de la zona alta del río Igaraparaná y del manejo sostenible por parte de las comunidades indígenas, más aún si se tiene en cuenta que habitan las mismas zonas por varios siglos atrás.
En plantas se colectaron 2.817 registros botánicos pertenecientes a 132 familias 473 géneros y 1.216 morfoespecies, con 1.029 especies de plantas plenamente identificadas. Se encontró el reporte de seis especies amenazadas, nueve especies endémicas, 99 nuevos registros para el Catálogo de Plantas y Líquenes de Colombia y 58 nuevos registros para el Herbario Amazónico Colombiano “Dairon Cárdenas López” COAH.
En relación a aves se reportaron 255 especies de aves, pertenecientes a 23 órdenes y 49 familias. Son relevantes los registros que representan extensiones de distribución para el Picopala crestiblanco (Platyrinchus platyrhynchos), el Hormiguero oscuro (Cercomacroides tyrannina), el Hormiguerito adornado (Epinecrophylla ornata) y el Picogrueso amarillo (Caryothraustes canadensi) los cuales cuentan con pocos registros confirmados para esta zona de la Amazonia al sur del río Caquetá.
En cuanto a pequeños mamíferos se reportaron 23 especies de pequeños mamíferos, agrupadas en tres órdenes y siete familias, cuatro especies de marsupiales de los géneros Marmosops y Marmosa y una especie de roedor de la familia Cricetidae, y 18 especies de murciélagos de las familias Emballonuridae, Phyllostomidae, Thyropteridae, Molossidae y Vespertilionidae.
Se registró la presencia de 33 especies de grandes y medianos mamíferos pertenecientes a 8 órdenes, 19 familias y 31 géneros. En su gran mayoría los registros se obtuvieron con cámaras trampa y avistamientos directos. Con este inventario se confirma la presencia en la zona de 9 especies que solo se habían reportado en la cuenca media a través de entrevistas.
Dentro de los resultados destacados también están 58 especies de anfibios, distribuidas en 10 familias y 3 órdenes. Se destacan los registros de Cruziohyla craspedopus y Phyllomedusa tomopterna, especies de ranas que habitan el dosel del bosque, lo que indica una estructura conservada del mismo, particularmente en la localidad de Puerto Príncipe.
El informe de los investigadores registra 45 especies de reptiles, pertenecientes a tres órdenes correspondientes a las culebras, cocodrilos y tortugas. Se destacan registros de la tortuga Rhinemys rufipes dado que la localidad más cercana reportada es el río Mirití Paraná; el lagarto Uracentron flaviceps que solo se conocía de tres localidades, Leticia, Puerto Nariño (Amazonas) y Wuacará, en Vaupés.
Para el grupo biológico macroinvertebrados del suelo se encontraron 13.662 organismos de 404 morfoespecies diferentes, las cuales se pudieron clasificar en 10 clases, 33 órdenes, 61 familias y 102 géneros. Los organismos más abundantes en el suelo fueron las hormigas y termitas, seguidos por los grupos de cucarrones, arañas, ciempiés y lombrices de tierra.
Para los macroinvertebrados acuáticos los investigadores colectaron de 4.291 organismos y se identificaron 134 morfoespecies, los cuales representan 2 phyllum, 4 clases, 13 órdenes, 54 familias, 47 subfamilias, 111 géneros.
Se registraron 94 morfoespecies de algas, distribuidas en 13 clases, 29 órdenes, 45 familias y 66 géneros. En los lagos se resalta la existencia de una matriz mucilaginosa de 2 a 50 cm de longitud aproximadamente, siendo una característica única evidenciada en la Amazonia colombiana y que, por ahora, en consulta con expertos no se tiene certeza de lo que es, qué organismos la producen y cuál sería su función ecológica.
Finalmente, para peces se destacan 2.250 ejemplares recolectados en 18 estaciones de muestreo, se identificaron 64 especies pertenecientes a 5 órdenes, 26 familias y 51 géneros.
● Más de 4.000 ejemplares recolectados y 100 nuevos registros de ocho grupos de fauna y flora investigados, son socializados con las comunidades del resguardo indígena más importante de Colombia.
● En la expedición participaron 15 investigadores del Instituto SINCHI, y 30 coinvestigadores locales de las comunidades indígenas.
La Chorrera, Amazonas, 12 de octubre de 2023 (MinCiencias).
La ciencia e investigación presentaron nuevos descubrimientos de la riqueza biodiversa del corazón de la Amazonia Colombiana, hallazgos que registran la identificación de nuevas especies en flora y fauna nativa de la región de La Chorrera, Amazonas.
El Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación en alianza con el Instituto Amazónico de Investigaciones Científicas Sinchi, anunciaron los resultados de la Expedición BIO Alto Río Igara – Paraná, una de las tres expediciones que se lideran desde el Gobierno del Cambio, y que hoy permite aportar avances al inventario de la biodiversidad del país a partir de las colecciones biológicas; y generar puentes entre el conocimiento científico y los conocimientos tradicionales de los pueblos Okaina, Bora, Muinane y Huitoto.
La Expedición científica que tuvo una financiación por parte de MinCiencias de más de 387 mil millones de pesos, contó con una activa participación de la comunidad para fortalecer el conocimiento y las interacciones de las comunidades locales con la biodiversidad, mediante la capacitación en inventarios, uso y conservación; un ejercicio relevante para impulsar el diálogo de saberes.
Al respecto, la jefe de cartera de MinCiencias, Yesenia Olaya Requene, celebró este hecho: “para el Gobierno del Cambio, la protección, revitalización y el conocimiento de la Amazonía colombiana es una prioridad. Por eso hoy nos encontramos aquí socializando los resultados de esta expedición que permitió caracterizar la biodiversidad de la Chorrera con la participación activa de las comunidades locales”.
De igual forma recordó: “Las expediciones científicas permiten generar conocimiento sobre territorios que presentan vacíos de información sobre su biodiversidad. En este sentido, los procesos de investigación y co-creación con las comunidades son fundamentales para identificar propuestas sobre nuevas formas de aprovechar sosteniblemente la fauna y flora”.
Tras cerca de nueve meses de trabajo desde su lanzamiento el pasado 27 de enero del año en curso, el Ministerio e Instituto regresaron al corregimiento de La Chorrera para socializar las cifras alcanzadas y los hitos por la gran diversidad encontrada, las buenas condiciones de conservación, el registro de posibles especies no descritas, y la ampliación de la distribución geográfica para la Amazonia colombiana de especies identificadas.
Por su parte la Directora del SINCHI, Luz Marina Mantilla Cárdenas, indicó: “hemos organizado un equipo de trabajo entre las comunidades y el Instituto SINCHI para lograr acoplar el sistema de saberes entre indígenas y científicos, que muestre que es posible sumar estos dos sistemas de conocimiento con respeto y horizontalidad”.
“Con esta expedición, que nos permite conocer la oferta de biodiversidad de diferentes grupos taxonómicos, le apostamos a un trabajo con enfoque en especies útiles pues creemos que aquí hay una oportunidad distinta para las comunidades, con las que debemos diseñar rutas basadas en la ciencia y el conocimiento para garantizar su sostenibilidad en el territorio”, agregó Cárdenas.
¿Cuáles son los nuevos hallazgos?
Un total de 2.817 registros botánicos (plantas), 12 especies migratorias (aves), 4 posibles especies de anfibios no reportadas, 13.662 organismos de macroinvertebrados del suelo y otros 4291 macroinvertebrados acuáticos, son algunas de las cifras que destacan en el informe entregado al país.
El informe también incluye 56 especies entre grandes y pequeños mamíferos, junto a 94 morfoespecies de algas.
También se registra como un logro de la expedición, que se investigó ocho grupos biológicos: herpetofauna, aves, mamíferos voladores, mastozoofauna, peces, macroinvertebrados acuáticos, lepidópteros y flora.
Pero ¿qué quieren decir estos registros?
Según lo informado por los investigadores, para cada grupo biológico existen especificaciones sobre el hallazgo. Por ejemplo, en el caso de los mamíferos pequeños, el registro de un roedor del género Neacomys sp. Resalta, pues su ejemplar no coincide con las especies reportadas para Colombia y se postula como una especie no reportada para Colombia.
En contraste, para el grupo Perifitón, se resalta la existencia de una matriz mucilaginosa de 2 a 50 cm de longitud aproximadamente en los lagos, una característica única evidenciada en la Amazonia colombiana y que, por ahora, en consulta con expertos no se tiene certeza de lo que es, qué organismos la producen y cuál sería su función ecológica.
Este caso o el de la destacada presencia de bandadas mixtas de aves de entre 7 y 12 especies, que migran desde el hemisferio norte (migratorias boreales) a regiones de la Amazonia para su temporada invernal, son parte de las herramientas con las que la ciencia contribuye a la línea base para la generación de planes de manejo para la conservación, así como a la identificación de estrategias enfocadas en bioeconomía.
Estos resultados cubren vacíos de información en flora y fauna nativa de la región de La Chorrera y fortalecen las colecciones biológicas con registros debidamente curados, preservados, catalogados y publicados en el Sistema de Información sobre Biodiversidad de Colombia – SIB, fundamentales para los ejercicios de apropiación social del conocimiento.
¿Por qué es importante conocer la riqueza que guarda la Amazonía?
Con la preservación y revitalización de la selva amazónica como uno de los principales objetivos trazados por el Gobierno del presidente Gustavo Petro de cara a la lucha contra el cambio climático, esta expedición se consolidó como una iniciativa hecha realidad para fomentar la apropiación social del conocimiento por parte de las comunidades y la identificación de alternativas productivas y sostenibles de la biodiversidad que contribuyan al desarrollo territorial.
Bosques de tierra firme, bosques inundables, ríos, caños y lagunas en los alrededores de las comunidades de San Antonio, Santa Rosa y una localidad hacia las cabeceras del río Igara - Paraná denominada Puerto Príncipe, fueron los escenarios en donde 45 investigadores (15 del Instituto SINCHI, y 30 coinvestigadores locales de las comunidades indígenas) realizaron el trabajo de campo que completó 20 días y cumplió con el objetivo de recolectar especímenes para obtener información de primera mano y material de referencia de la diversidad que existe en esta zona del país.
Con el apoyo de la Asociación Zonal Indígena de Cabildos y Autoridades de La Chorrera (AZICATCH), la expedición y su respectiva socialización de resultados, dieron muestra del trabajo que desde la ciencia, el gobierno nacional y las comunidades indígenas, es posible hacer para la generación de nuevo conocimiento sobre las riquezas que alberga el segundo país más biodiverso del mundo.
Más resultados identificados
Los resultados encontrados en la Expedición corroboran el buen estado de conservación de la zona alta del río Igaraparaná y del manejo sostenible por parte de las comunidades indígenas, más aún si se tiene en cuenta que habitan las mismas zonas por varios siglos atrás.
En plantas se colectaron 2.817 registros botánicos pertenecientes a 132 familias 473 géneros y 1.216 morfoespecies, con 1.029 especies de plantas plenamente identificadas. Se encontró el reporte de seis especies amenazadas, nueve especies endémicas, 99 nuevos registros para el Catálogo de Plantas y Líquenes de Colombia y 58 nuevos registros para el Herbario Amazónico Colombiano “Dairon Cárdenas López” COAH.
En relación a aves se reportaron 255 especies de aves, pertenecientes a 23 órdenes y 49 familias. Son relevantes los registros que representan extensiones de distribución para el Picopala crestiblanco (Platyrinchus platyrhynchos), el Hormiguero oscuro (Cercomacroides tyrannina), el Hormiguerito adornado (Epinecrophylla ornata) y el Picogrueso amarillo (Caryothraustes canadensi) los cuales cuentan con pocos registros confirmados para esta zona de la Amazonia al sur del río Caquetá.
En cuanto a pequeños mamíferos se reportaron 23 especies de pequeños mamíferos, agrupadas en tres órdenes y siete familias, cuatro especies de marsupiales de los géneros Marmosops y Marmosa y una especie de roedor de la familia Cricetidae, y 18 especies de murciélagos de las familias Emballonuridae, Phyllostomidae, Thyropteridae, Molossidae y Vespertilionidae.
Se registró la presencia de 33 especies de grandes y medianos mamíferos pertenecientes a 8 órdenes, 19 familias y 31 géneros. En su gran mayoría los registros se obtuvieron con cámaras trampa y avistamientos directos. Con este inventario se confirma la presencia en la zona de 9 especies que solo se habían reportado en la cuenca media a través de entrevistas.
Dentro de los resultados destacados también están 58 especies de anfibios, distribuidas en 10 familias y 3 órdenes. Se destacan los registros de Cruziohyla craspedopus y Phyllomedusa tomopterna, especies de ranas que habitan el dosel del bosque, lo que indica una estructura conservada del mismo, particularmente en la localidad de Puerto Príncipe.
El informe de los investigadores registra 45 especies de reptiles, pertenecientes a tres órdenes correspondientes a las culebras, cocodrilos y tortugas. Se destacan registros de la tortuga Rhinemys rufipes dado que la localidad más cercana reportada es el río Mirití Paraná; el lagarto Uracentron flaviceps que solo se conocía de tres localidades, Leticia, Puerto Nariño (Amazonas) y Wuacará, en Vaupés.
Para el grupo biológico macroinvertebrados del suelo se encontraron 13.662 organismos de 404 morfoespecies diferentes, las cuales se pudieron clasificar en 10 clases, 33 órdenes, 61 familias y 102 géneros. Los organismos más abundantes en el suelo fueron las hormigas y termitas, seguidos por los grupos de cucarrones, arañas, ciempiés y lombrices de tierra.
Para los macroinvertebrados acuáticos los investigadores colectaron de 4.291 organismos y se identificaron 134 morfoespecies, los cuales representan 2 phyllum, 4 clases, 13 órdenes, 54 familias, 47 subfamilias, 111 géneros.
Se registraron 94 morfoespecies de algas, distribuidas en 13 clases, 29 órdenes, 45 familias y 66 géneros. En los lagos se resalta la existencia de una matriz mucilaginosa de 2 a 50 cm de longitud aproximadamente, siendo una característica única evidenciada en la Amazonia colombiana y que, por ahora, en consulta con expertos no se tiene certeza de lo que es, qué organismos la producen y cuál sería su función ecológica.
Finalmente, para peces se destacan 2.250 ejemplares recolectados en 18 estaciones de muestreo, se identificaron 64 especies pertenecientes a 5 órdenes, 26 familias y 51 géneros.
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