El sistema de estímulos es aquel que busca el bienestar y el trabajo eficiente y orientado a resultados por parte de los servidores públicos. Esto implica la construcción de un ambiente laboral que contribuya a la productividad y al desarrollo de las personas propiciando el buen desempeño tanto a nivel individual como grupal.   De acuerdo con Función Pública (2007), los incentivos deben ser considerados como estrategias institucionales que inciden positivamente sobre el quehacer de los servidores públicos y sobre su comportamiento laboral, lo que se traduce en mejores resultados de gestión. Un buen plan de incentivos no solo logra que los servidores públicos se sientan motivados por hacer parte de la entidad, sino que también ayuda a su compromiso con el logro de objetivos estratégicos.